Casa de Hikari Niichu

La casa de Niichu era bastante pequeña, solo poseía dos habitaciones, un cuarto de baño, la cocina y un pequeño salón en el cual ella pasaba la mayor parte del tiempo. Ella se había adentrado en su casa después de aquel día tan agotador, había hecho varios progresos en un día, desarrolló un antídoto, atendió a varios pacientes en el hospital además de haber puesto a prueba uno de sus tóxicos con un ninja que acababa que conocer, el cual, era bastante simpático.

Había tenido un día bastante agotador, tanto que nada más entrar en su casa, se dirigió al cuarto de baño para darse una ducha de agua fría. Así que se situó en frente de un espejo para quitarse algunos accesorios que adornaban su pelo, quitándose aquella especie de lanzo y aquellas especies de trabas que usaba en el pelo para mantenerlo recogido, seguidamente se empezó a desvestir, empezando por el vendaje que recubría su pecho y posteriormente la parte inferior de su vestimenta. Después de eso se adentró en la ducha, girando el regulador del agua a la temperatura mínima, haciendo que de aquel chorro empezara a desprenderse agua bastante fria.

Cuando ella terminó de ducharse, se vistió, colocándose esta vez un pantalón bastante ajustado de color azulado con una tela vaquera en la parte inferior y poniendose un nuevo vendaje que cubriría su pecho. Esta vez decidió dejarse el pelo suelto, sin adornos. Al salir del baño se tumbó en su habitación en un pequeño futon, quedandose dormida en poco tiempo.

Al despertarse al día siguiente, se levantó con pereza suspirando y pensando en las tareas que debía hacer hoy, tenía que volver a ir al hospital y posiblemente pasar para atender algunos asuntos en el herbolario asi que se puso en frente de un espejo, peinándose su largo cabello a la vez que bostezaba. Poco después terminó y salió de su casa a toda prisa, perdiéndose por las calles de la aldea.