[Misión Rango-D] Acompañando a los felinos.

Caminando a paso lento, Nanashi poco a poco iba acercandose más a su destino de misión, el cual trataba simplemente de pasear a unos gatunos, los cuales por la información administrada al joven Gennin, parecian ser bastante violentos con las personas que no conocian, pero nada que una buena correa y algunas palabras intimidantes, además de usar la mirada "asesina" que Nanashi suele utilizar cuando le colman la paciencia, algo que no sucede muy a menudo.
Habiendo llegado a la casa de la señora que supuestamente haría entrega de los gatos, Nanashi miró su reloj en su muñeca izquierda, suspirando profundamente y viendo que todavía tenía unos 20 minutos para irlos a buscar, por lo tanto cruzando hacia la vereda de enfrente, como ahi estaba el puesto de Ramen de Ichiraku, se sentó y sonrió de medio labio, siendo recibido de manera bastante efusiva.

—¡Oh! ... pero mira que trajo el viento, ¿que te trae por estos lados, Nanashi?— Preguntó Ichiraku sonriendo ampliamente.
—Siempre tan social, tu, Ichiraku.— Musitó el joven pelioscuro, apoyando los brazos sobre la mesada del puesto, en donde podría comer. —Hoy vengo por un plato de Ramen picante, pero ponle un extra...— Pidió Nanashi, comenzando a buscar algo en su bolsillo.

De pronto, el Bunshi sacó una pequeña bolsita, en la cual había unos granos de pimienta de una especie que solo podía conseguirse por encargo, o yendo hasta la isla, el país de la luna, y buscar el pimentero uno mismo. Entregandole la bolsita a Ichiraku, este la tomó y solamente agarró un grano de esa pimienta, entregandole el resto de nuevo al pelioscuro, ambos sabian que demasiada pimienta de esa podría hasta matar.
Pasaron pocos minutos, y el ramen estaba hecho, aunque Ichiraku parecía taparse la cara con una mano, o como si no intentara respirar el vapor que esta preparación expedía. Tomando el plato de Ramen Super-Picante, Nanashi olió aquella fragancia, y llegó hasta a tocer un poco, ya que el picor era muy intenso, lograba hasta hacerle llorar los ojos.

—Muy bien... ¡que aproveche!— Dijo efusivo el Bunshi, tomando un par de palitos para comer, y de un minuto a otro, se había terminado el plato que había ordenado. —Ah ... eso si estuvo delicioso, ¿cuanto te debo, Ichiraku?— Preguntó el pelioscuro, sacando su pequeño monedero.
—Son 50¥, más 5¥ por el extra agregado, serian 55¥ Nanashi.— Respondió amistosamente.
—Muy bien, que barato, pensé que me saldría más.— Rió Nanashi, entregandole el dinero a Ichiraku.
—¿Quieres algo más, Nanashi?— Preguntó el anciano.
—No gracias, debo irme que tengo misión.— Musitó el joven, levantandose y comenzando a irse. —Hasta luego Ichiraku-san.— Se despidió Nanashi con suma amabilidad.
—¡Hasta luego Nanashi! ... ¡Saludos a Aree de mi parte!— Exclamó Ichiraku, ya que Nanashi estaba alejandose del puesto.

Nanashi alzó su mano como gesto que lo haría y tambien como otro saludo, y se dirigió a la casa de enfrente, la cual sería esa la que estaría designada para la misión. Caminando lentamente por el portico de la casa, Nanashi golpeó dos veces la puerta, usando solamente los nudillos, esperando que le abrieran.

En aquella casa,la puerta estaba ya algo vieja,las ventanas de un cristal de color Azul,estaban nueve citas y la pintura de la casa,Rojo Magenta. Parecía como si aquella casa la acabasen de arreglar.La mujer que había dentro normalmente a estas horas estaría durmiendo en el Sofá de su Salón,pero hoy era un caso aparte. La mujer aunque la mayoría de gente no la veía a menudo,pensaban que era Vieja,pero era una bonita y joven señorita.Que vestía una camiseta de tirantes de color rojo magenta,una falda larga negra,unas medias largas blancas y una Zapatos Formales Marrones. En su mano Izquierda tenia 2 Brazaletes de Oro. Era morena de pelo largo y ojos Rojos.

Spoiler:

Se acerco a la puerta,desde fuera se escuchaba como una mujer se iba acercando a esta,la abrió.- Bienvenido,¿Eres tu el chico que envían para cuidar de mis Gatitos?.- Le pregunto la Joven con una Sonrisa de lado a Lado y sonrojada al ver al Muchacho tan guapo

Mientras esperaba que le abrieran la puerta, moviendo un poco el brazo izquierdo, Nanashi sacó la cajetilla de cigarros y el encendedor que se encontraban en el bolsillo izquierdo del pantalón, sacando un cigarrillo y sosteniendolo con los labios, usando el encendedor para prender un poco el tabaco con el papel, y asi poder fumarlo más facil en el comienzo.
De pronto, la puerta de la casa se abrió, dandose a mostrar una joven bastante bonita, de cabellos azabache y ojos rojos como la misma sangre.
Al parecer Nanashi tambien se había equivocado con las primeras impresiones, o mejor dicho ... con pensar algo que no era antes de conocer a la dueña de los gatos. Igualmente, ahora la chica había preguntado algo, pregunta la cual el joven pelioscuro contestó moviendo la cabeza afirmativamente, para luego soltar el humo del cigarrillo que estaba fumando, entrecerrando los ojos y relamiendose un poco la comisura derecha de sus labios...

—Ahm, si ... supongo que ese soy yo.— Respondió sonriendo de medio labio.

Sonriendo de medio labio, Nanashi se puso una mano en la cintura, mientras que con la otra sostenía el cigarrillo, que apagó con la lengua rapidamente, para asi luego guardarlo dentro de la cajetilla, luego reanudaría aquella "fumata" más tarde, cuando terminara la misión.
Además ... tendría que dejar de fumar si es que quería que Aree no se enojara más con él, no quería verla enfadada, ni mucho menos que le dijera alguna reprimienda por justamente eso, fumar...

—¿Que debo hacer con los felinos, aparte de cuidarlos y pasearlos?— Preguntó curioso, cruzandose de brazos, habiendo guardado la cajetilla de cigarrillos en el bolsillo izquierdo de su pantalón.

La chica toda sonrojada observo cada gesto de Nanashi,como sonreía de medio labio y como se ponía una mano en la cintura, mientras que con la otra sostenía el cigarrillo, que apagó con la lengua rápidamente.Suspiro suavemente.- Aaaaaaaah,es tan varonil.- Pensó y estaba tan embobada mirándolo de arriba abajo que no se dio cuenta de la pregunta que le había echo al Joven,hasta después de 4 o 5 Minutos.- Ehm si,si tienes que llevarlos a una peluquería canina,a la que conozcas y que les laven y les corten el pelo.Y recogerles las Boñigas que vayan dejando por las Calles,no quiero tener problemas con los aldeanos,¿entendido?.- Respondió,mientras llamaba a sus gatos con un Silbido.Sus gatos se acercaron a la puerta y esta les puso las Correas Rositas y se las entrego al genin, guiñándole un ojo y dándole un beso en la Mejilla, dejando le así la marca del pintalabios Rojo que usaba.

Nanashi se daba cuenta enseguida lo que le pasaba a la chica. Suspiró profundamente y negó un poco con la cabeza como decepcionado... —"Otra tonta más..."— Pensó dentro de su mente, y si ... realmente hoy en especial todas las tontas enamoradizas estaban saliendo de las cuevas al parecer, ofreciendose ante Nanashi como gatas en celo que solamente necesitan un cuerpo masculino el cual las satisfaga por completo, seguramente esta chica tambien tendría deseos carnales frustrados, que querría cumplir antes de volverse más vieja y más fea.

Escuchando luego lo que dijo, alzó una ceja cuando escuchó "Canina" ... ¿Asi que la mujer esta quería matar a sus gatos?, vaya ... tampoco es que fuera dificil, pero si algo morboso. Seguramente se habría equivocado, por lo que Nanashi hizo caso omiso a lo dicho, para no tentarse y hacer una broma de mal gusto. Cuando los gatos aparecieron y ella les puso las correas, rapidamente Nanashi luego esquivó aquel beso que ella iba a darle, tomando las correas con suma agilidad y dando un pequeño salto hacia atras, sonriendo de medio labio y alzando una mano como gesto de despedida, comenzando a caminar con los felinos hacia lo que sería la peluquería de animales más cercana, que por lo que el joven Bunshi recordaba, estaba a menos de 4 cuadras de distancia desde la casa de la mujer.

—Más les vale que no me causen problemas, ¿saben?... además crearé correas más fuertes para ustedes dos...— Dijo sonriendo de forma maquiavelica.

Nanashi rapidamente juntó chakra magnetico, usando su técnica basica de su Kekkei Genkai, el jutsu llamado "Sakusei" o "Creación", modificando la estructura molecular de las correas de los gatitos, transformando estas correas normales, en unas de hierro solido, que serian imposibles de romper para unos gatitos asi. Satisfecho y más seguro que los felinos no causarian demasiados problemas asi, siguió caminando, con destino primero a la peluquería animal.

Técnica Usada:

Al ver que el chico había esquivado el Beso y le miraba con ojos decepcionados mientras negaba con la cabeza,la dueña se sintió frustrada y cerro la puerta.- Buenas suerte con mis Gatos.- Los felinos se miraron entre si y observaron a el Genin como modificaba las Cadenas y las volvía mas resistentes. Los felinos se volvieron a mirar y empezaron a correr,al no tener fuerza suficiente no arrastraron al muchacho,al verse omnipotentes ante el muchacho decidieron sacar las Uñas y los dientes y aruñar le la cara,los brazos y los pies. Un gato salto a su cara aruñando le la cara y el otro felino salto a su pierna mordiéndola.

Mientras seguía caminando, en un momento Nanashi notó como los felinos intentaban escaparse, pero al no tener la fuerza suficiente no pudieron arrastrar al joven Bunshi, el cual los miraba de una manera un tanto indiferente, como si les diera igual estar llevandolos de aquella manera. Igualmente ... pocos segundos despues, los gatos sacaron las garras y se tiraron hacia Nanashi, seguramente para arañarlo y lastimarlo para que él asi soltara las correas y estos escaparan. Suspirando profundamente, negó un poco con la cabeza cuando los gatos comenzaron a acercarse...

—Dije ... que no me tocaran los cojones, ¿¡Verdad!?— Preguntó aquello en una exclamación firme y fria.

Sosteniendo más fuerte las cadenas, tiró de estas de forma bastante bruta, levantando por los aires a ambos gatos, girandolos un poco para que se marearan, como si estuviera haciendo malabares con los gatos. Si ... a Nanashi sinceramente le daba igual que lo miraran raro por la calle, principalmente por estar haciendo eso con un par de "inocentes" gatos, inocentes para la vista de los incredulos e ignorantes de la vida, unos demonios para los que realmente llegan a llevar y conocer a estos felinos de poca monta. Dejandolos de girar, igualmente sostuvo las cadenas de una manera tal que los gatos quedaran suspendidos en el aire por unos pocos centimetros, evitando asi que caminaran y por ende que pudieran moverse para atacar al Bunshi.

—Asi me gusta más, calladitos y quietos se ven más bonitos.— Musitó sonriendo de forma algo sadica, apenas por unos segundos.

La caminata seguía, la peluquería animal quedaba ya a pocas cuadras, seguramente dos o tres cuatras, entre eso estaban ya por llegar.

Los gatos al no poder morder al Joven Genin,los gatos fueron elevados por este al Aire y les hicieron dar vueltas a los 2. Produciendo así un grito de los gatos bastante molestos. Una vez el joven genin les dejo de dar vueltas en el aire, y este extendió los brazos y los dejo Suspendidos sobre el aire. Los pobres gatos mareados y asustados, del miedo que tenían empezaron a Cagarse por la Calle. La gente observa al Genin y murmuraban.- ¿Lo va a recoger o se ira corriendo?¿Que Genin trata así a unos gatos? Eso en mis tiempos no pasaba .- Murmuraba la gente

Suspirando profundamente por como estaban reaccionando los gatos, DEFECANDO sobre la calle, Nanashi se quedó quieto completamente, sosteniendo aún en el aire a los dos gatos, repentinamente sostuvo a los dos con una sola mano, juntando chakra magnetico nuevamente y apuntando su mano hacia aquellas heces de los felinos, usando el "Sakusei" nuevamente, convirtiendo el excremento de los gatos en simple polvo, arena común y corriente, y luego sosteniendo de nuevo las cadenas con las dos manos, una en cada mano, siguió caminando hacia la peluquería, ignorando de forma olimpica aquellos ignorantes comentarios de las personas que estaban hablando en voz baja, ya que aunque fueran susurros, se escuchaban, ya que la gente común es mala manteniendo conversaciones en secreto...

—Sigan circulando, nada que ver aqui.— Dijo en un tono respectivamente frio.

Se lejos, a unos 10 metros se podía divisar la peluquería de animales, la cual parecía recien estar abriendo, ya que era temprano, como mucho serian las 9 o 10 de la mañana, a juzgar por la altura del sol, y además por que Nanashi pudo ver su reloj en su mano izquierda.
Caminando con suma parsimonia, más y más Nanashi se iba acercando a su destino de hoy...

La gente al ver como aquel joven genin convertía las heces de Gato en Polvo, arena le aplaudían y le silbaban.- Bravo, Bravo, magnífico chaval.- Le siguieron aplaudiendo hasta que este les comento que se había acabado el espectáculo. Cada uno siguió su camino y dejaron que el chaval siguiera con sus gatos. Desde donde estaban los gatos colgados se estaban mareando, y pues uno de ellos finalmente vomito y el otro había comido algo en mal estado y volvió a echar heces. Esta vez las heces eran algo mas liquidas y el vomito tenia trozos de comida en el.

Ignorando aún aquellas palabras que los "Transeuntes" le decian a Nanashi, siguió llevando a los gatos de aquella manera tan rara, para que simplemente no molestaran, le daba igual que la misión quizas terminara fallida, solamente queria quitarse de encima a aquellos felinos que empezaban poco a poco a colmarle la paciencia al pelicosuro, el cual solamente podría reaccionar de aquella manera, controlandolos con violencia, ya que sino nunca aprenderian, menos unos gatos maleducados tal como su ama, la cual más que mal educada, parecía una lanzada frustrada sexualmente...

—Bueno ... al menos llegué...— Susurró Nanashi, entrando lentamente a la peliquería de animales.

El lugar era bastante ordenado, pero había mucho olor a perro, o mejor dicho ... a mugre, ya que bueno ... por ser una peluquería de animales, creo que sería normal que hubiese ese intenso olor a aliento de perro, mezclado con excremento de gato, y cosas asi, tampoco se podía pedir fama, al final de cuentas ... ignorando todo aquello, esa peluquería era la única y más concurrida de Konoha.

—Hola, vengo a bañar a estos gatos, y quizas hacerles un recorte de pelaje, creo que la dueña dejó todo pago, yo solamente cumplo con una misión.— Dijo el joven Gennin, esperando que con aquello dicho, alguien le atendiera en la peluquería animal.

La peluquería tenia un letrero fuera de Color Rosado, al entrar en la puertecita sonaba una campana. Olía a gato y a perro, a excrementos de Gato y De perro, a comida para gatos y de perros y sobre todo había algún que otro trozo de pelo de Gato en el suelo, pero eso era lo menos importante. Dentro de la peluquería había unos sofás de tapizado Rosado y una mesa rectangular blanca con varias revistas en el Centro de esta. Al entrar el Joven Genin la campana sono, al decir que era lo que necesitaba, observaron los dependientes que el Genin traía a 2 Gatos.- Aaaaaaah estos deben de ser Rocky y Timcapy, en efecto su dueña ha dejado todo pagado y les vamos a lavar el pelo y a cortárselo.- Dijo la dependienta, mientras observaba el aspecto del Genin y de los Gatos. Esta cogió las pesadas cadenas de los Gatos y se los paso a un Dependiente que se los llevo a una Sala para el Lavado y Cortado de el pelaje de los Felinos.- Bien Chico espera sentado, tardaremos 10 Minutos, mientras puedes leer una revista o algo.- Le dijo la dependienta señalando a la mesa con las revistas y a los sofás de tapizado Rosa.

Asintiendo la cabeza cuando escuchó cuanto tardarian, Nanashi preguntó si podía fumar, y al recibir una respuesta afirmativa, se sentó en uno de los sillones, sacando la pequeña caja de cigarrillos, sacando aquel que había apagado con la lengua hacía un rato, y luego con el encendedor lo prendió facilmente, guardando luego los cigarrillos y el encendedor en el bolsillo izquierdo del pantalon, comenzando a fumar, sosteniendo el cigarrillo con los labios.
Cruzandose de brazos y piernas, Nanashi se ponía a esperar, mirando al techo y de vez en cuando soltando el humo acumulado que aspiraba al estar fumando.

—Que aburrimiento ... ojala Aree estuviera aqui conmigo...— Susurró en un tono bastante bajo, inflando las mejillas.

Soltando el aire, tiró las cenizas en un pequeño recipiente/cenicero que estaba en el centro de aquella mesita en medio de los sofás. Soltando un pequeño bostezo, pasaban los minutos y Nanashi se terminó aquel medio cigarrillo que le quedaba, suspirando profundamente y esperando pacientemente que le trajeran a los gatos.
De repente Nanashi se interesó por una revista, una que traía una variedad enorme de Sudokus. Sonriendo de medio labio, sacando un pequeño boligrafo negro que siempre cargaba consigo mismo, comenzó a rellenar uno de los Sudokus, era un pasatiempo que a Nanashi le encantaba hacer, principalmente por que lo hacian pensar más de la cuenta, un buen ejercicio para el cerebro...

La dependienta observo como El joven se encendía un cigarrillo y se cruzaba de brazos y de piernas.- Que estilo tiene el niño este.- Pensó la dependienta, y esta observo como tiraba las cenizas en un cenicero/recipiente que había en el centro de la mesa. Al parecer el Joven se aburría mucho, puesto que se puso a hacer sudokus que traían en una de las revistas que había en el centro de la mesa. La dependienta empezó a golpear con sus uñas largas y afiladas la mesa, suavemente para que sonara un ruido. Esta miro el reloj y vio que ya se habían pasado los 10 Minutos. El dependiente traía a los Felinos, secados y con el pelo corto. Le entrego las gruesas y pesadas cadenas a la Dependienta.- He Chico, esto ya esta, ¿los vienes a recoger tu o viene otra persona?- Pregunto la dependienta con curiosidad, mientras observaba un pintauñas de color Marrón que había a su lado.

Mientras seguía esperando, poco a poco Nanashi iba rellenando casi todos los Sudokus dificultosos que estaban en aquella revista.
Suspiró profundamente y cerró la revista, dejandola en la mesa y levantandose, estirando los brazos hacia arriba, soltando un profundo suspiro, luego miró de reojo al reloj que tenía en la muñeca izquierda, notando que ya habian pasado los 10 minutos, y apenas pensó aquello, trajeron a los gatos, y escuchando a la chica que le preguntaba aquello, se acercó al mostrador, tomando las cadenas y mirando a los gatos de reojo, negando un poco con la cabeza para luego volver a mirar a la joven que estaba atendiendo ahora mismo...

—Los debo llevar yo, aunque me gustaría que los llevara alguien ... creo que no se puede.— Suspiró pesadamente, casi como bufando.

Realmente no tenía ganas de aguantar mucho más a los gatos, pero seguramente con todo los que le había hecho, se comportarian bien, al menos por el resto del camino.
Dandose vuelta luego de haber saludado con un movimiento de cabeza y un simple "Adios", Nanashi salió de la peluquería, caminando ahora hacia la casa de aquella mujer de cabellos azabache, esperando que se contuviera un poco más ante su acciones, no quería ignorarla olimpicamente de nuevo, tan solo quería llevar a los gatos, y terminar la misión cuanto antes posible...

La dependienta escucho el comentario y observo como el joven miraba y cogía las cadenas, esta también observo como hacia un gesto con la mano en forma de adiós.- Adiós Joven Muchacho y ojala no te causen problemas, entiéndelos son Gatos que son agresivos con los Desconocidos.- Le dijo la Dependienta mientras cogía el pintauñas Marrón. Los gatos, esta vez más tranquilos y pacíficos miraban al Genin, como si con los Ojos le dijeran que se fueran ya, que ya estaban cansados.

Tomando aún las cadenas con las cuales tenía sujetados a los gatos, igualmente esta vez los dejó caminar por el suelo, pero siempre manteniendo la vista fijada en ellos, sabiendo por donde caminaba, sabía bien que si se querian mover, de nuevo los revolearía por el aire, y esta vez quizas hasta soltaría las cadenas para que salieran volando y seguramente se estrellaran en alguna pared o algo por el estilo.
Caminando con suma parsimonia, Nanashi entrecerraba los ojos, mirando de vez en cuando por donde caminaba para no tener que chocarse con alguien de manera sorpresiva.

Faltaban pocas cuadras para llegar a la casa de la dueña de ambos gatos, que ahora estaban diferentes, como si estuvieran más sumisos, aunque seguramente era por lo que el joven pelioscuro les había hecho antes de llegar a la peluquería, y no dudaría ni un segundo en hacerlo de nuevo si intentaban algo raro otra vez...

—Ya estamos por llegar, asi que no desesperen, será la última vez que me vean.— Dijo sonriendo de medio labio, soltando una pequeña risa.

Habiendo llegado a la casa de la dueña, golpeó la puerta dos veces, esperando con los gatos afuera, soltando un profundo suspiro de vez en cuando, entrecerrando los ojos y estando algo estresado, cansado...

Los gatos caminaban tranquilamente con Recelo y con chulería por su nuevo corte y su nuevo Baño. Al llegar a la puerta de su dueña estos se sentaron como perros guardianes al lado de su Amo, al parecer aunque el joven Genin los había tratado de mala manera, estos parecía que le había caído bien al Joven Genin. Le maullaron al joven genin y le lamieron los 2 cada 1 un pie. La dueña estaba impaciente por ver como había quedado sus felinos, pero antes tenia que decirle a su amigo que se quedara sentado.- Quédate Sentado, mientras yo abro la puerta.- Se escuchaba atravez de la puerta, hasta que por fin, la puerta se abrió y se pudo divisar a la Joven que miraba con ojos golosos a sus gatos.- Que guapos mis niños, ¿Como se han portado?- Preguntaba con curiosidad y mientras de vez en cuando echaba una mirada hacia el Salón.

Cuando le abrieron la puerta, Nanashi pudo notar a alguien dentro de la casa. Suspirando levemente, ocultó una risa de burla con una pequeña toz, seguida de un carraspeo de la garganta. La chica parecía estar bastante atenta con él y los gatos, asi que al menos no le jodería de nuevo con ponerse coqueta como antes.
La chica preguntó algo simple, pregunta la cual Nanashi respondió amablemente...

—Se han portado bien cuando veniamos, no puedo decir lo mismo cuando ibamos hacia la peluquería, pero ... todo bien.— Dijo entregandole las cadenas a la joven de cabellos oscuros.

Cruzandose de brazos, Nanashi se dió media vuelta, pero no sin antes entregarle un pequeño papel a la mujer, aquel papel contenía partes que ella debería rellenar rapidamente. Un pergamino el cual dejaría informado que la chica recibió a sus felinos en perfecto estado, y que la misión había sido llevada y completada con excito. —Firme aqui, dando a saber que la misión fue llevada a cabo con excito.—

Dijo en un tono leve, suspirando profundamente, este papel más bien era algo más personal de Nanashi, le gustaba ser detallista en todo sentido, por lo tanto entregar aquel papel a la administración en el edificio del Hokage sería algo más personal del Bunshi más que petición de la misión. Era como un pequeño protocolo para él, el cual hacerlo era como algo importante para Nanashi.
Esperando a que la mujer firmara el papel, Nanashi sacó un cigarrillo, prendiendolo y comenzando a fumar, sosteniendo el cigarrillo de vez en cuando con la mano izquierda, poniendo la derecha sobre su propia cintura.

La joven tomo las cadenas de los Gatos y observo el comentario del joven, luego miro a los gatos.- Siempre os portáis así, ¿cuando aprenderéis?- Les pregunto la joven mientras los metía adentro con cadena y todo. La joven observo como el Joven Genin se cruzaba de brazos y se daba la media vuelta, ésta al ver ese gesto, suspiro y ya iba a cerrar la puerta, cuando vio que el joven le iba entregando un Pergamino que ella se sabia de memoria, metió la mano dentro de su bolsillo y se saco un bolígrafo de Tinta Negra, escribiendo en el Pergamino. –Yo, Yuuna, confirmo que el Genin.-y ese espacio lo dejo en blanco para que Nanashi lo rellenara.- de Konohagakure no Sato ha sacado y arreglado a mis Gatos por las calles de Konoha, dando así a conocer que a realizado la misión con éxito. Atentamente: Yuuna.- Y guardo el bolígrafo, mientras esta escribía observo como el Genin sacaba un Cigarrillo y se ponía su mano izquierda en la cintura, esta con una sonrisa le entrego el pergamino.- Toma, y gracias por cuidar de mis gatos

Mientras la joven mujer rellenaba aquel formulario que Nanashi le entregó, este esperaba pacientemente, mirando hacia atras unos momentos, hacia el puesto de Ramen de Ichiraku, que seguramente luego de terminar la misión, se pasaría un rato por ahi, a comer algo o a tomarse un té, que hacía tiempo no hacía lo segundo.
Esperando, el joven Bunshi suspiró profundamente, como con pesantéz, pero luego cuando la chica terminó de escribir y le entregó el formulario, el pelioscuro puso su nombre en la parte donde la chica había dejado vacío para que él pusiera su nombre seguramente, y sonriendo de medio labio, Nanashi hizo un leve movimiento con su cabeza, como gesto de agradecimiento y saludo de despedida, dandose vuelta y guardando el pergamino aquel dentro del bosillo derecho de su pantalón...

—Muy bien... ahora a informar el estado de la misión que ya ha sido terminada, y podré comer Ramen...— Susurró Nanashi, poniendose las manos en la nuca.

Comenzando a caminar nuevamente, esta vez saltó algunas cajas que le permitieron llegar a un techo de una casa baja, comenzando a correr por los techos de las casa y saltando de techo en techo, dirigiendose obviamente al edificio del Kage de Konoha.
Habiendo llegado en poco tiempo hasta ahi, Nanashi entró en la recepción, caminando con suma parsimonia, y sacando el pergamino que le había hecho rellenar a la mujer, se lo entregó a la que estuviera en el escritorio principal de la planta baja...

—Vengo a informar que he terminado mi misión rango D.— Dijo Nanashi, sonriendo de medio labio.

La misma recepcionista que le atendió cuando vino la primera vez, le volvió a atender esta vez.- Hola, ¿como te ha ido la misión?- le pregunto la chica, mientras que con la mano derecha se retiraba el pelo y se lo ponía detrás de la oreja derecha. Las otras recepcionistas ya habían montado su corillo atrás y estaban criticando a la chica. Esta oía lo que sucedía y por dentro se sentía fatal, tanto que se le noto en la cara una expresión de tristeza por criticarla.

Esta se giro y le pego una bofetada a una de ellas,y se volvió a sentar.Observo que el chico la miraba y se sintió tan avergonzada,que se le puso la cara roja como un Tomate.

Cuando Nanashi entró a la recepción en el edificio del Hokage, aquella chica que antes le había atendido cuando fue a pedir la misión, volvía a aparecer frente a él, esta vez preguntando como le había ido en la misión. Pero antes que el joven Bunshi pudiese inclusive responder ante tal pregunta, se escucharon algunas risas a lo lejos, de aquel pequeño grupito de compañeras que se formaba siempre a cotillear, pero esta vez parecía que aquel cotilleo no le agradaba en lo más minimo a aquella mujer, por lo que dandose vuelta le dió una bofetada a una de las chicas que estaban ahi, y luego volvió a mirar a Nanashi, como totalmente desinteresada en lo que dijeran las chicas de atras, y solamente se concentrara en el "reporte" que Nanashi tuviera que darle...

—Bien hecho...— Fue lo primero que dijo Nanashi, sonriendo de medio labio, refiriendose a la bofetada que ella le dió a una de las que estaban cotilleando. —La misión fue complicada a un principio, simplemente por que los gatos que debía acompañar se pusieron cargosos, pero ya luego los controlé...— Luego de decir aquello recordó a la mujer. —Y la dueña de los "mininos" se me hizo la seductora, que raro fue eso.— Musitó por último, soltando una pequeña risa.

Recordando que aún debía que entregarle aquel pergamino que Nanashi había hecho rellenar a la mujer pelioscura, lo buscó dentro de su bolsillo derecho, sacandolo y entregandoselo a la chica recepcionista, sonriendo de medio labio.

—Esto es algo más personal, es un "comprobante" que la misión fue un exito, la escritura de la mujer junto con su firma, y mi nombre escrito están ahi.— Dijo en un tono suave, tranquilo, sin prisa pero sin pausa. —Bueno, sin más que decir... ¿me puedo retirar?—

Preguntó Nanashi en un tono leve, esperando la respuesta de la recepcionista que le diera el "OK" para irse a su casa, ya quería darse una ducha y comer algo en el puesto de Ichiraku...

La joven observo como aquel chico la felicitaba por haberle pegado una bofetada al grupito de cotillas. Mientras en la espalda de esta la que había recibido la bofetada estaba en el suelo llorando y con la marca de la mano en la cara. La recepcionista repitió el gesto de ponerse el pelo detrás de la oreja con la mano derecha y escucho atentamente a el joven de como le había ido la misión.- ¿¡Que!? ¿Que la dueña de los mínimos se hizo la seductora con el? Maldita, ya la pillare.- Pensó la recepcionista.

Después de pensar aquella la recepcionista observo como el joven Genin se llevaba la mano al bolsillo derecho y rebuscaba en este, con ansias de encontrar algo. Y le explico que era un comprobante, efectivamente lo que ella necesitaba para poder verificar que la misión había sido todo un éxito este le pregunto que si se podía ir ya.- Claro.- Le dijo la recepcionista alargando el Brazo derecho y tomando el pergamino.- Vuelve cuando quieras, joven.- Le dijo la recepcionista con una sonrisa de lado a lado.

Asintiendo levemente con la cabeza ante lo que la chica dijo ante que podía volver cuando quisiera, Nanashi se dió vuelta, comenzando a caminar fuera del recinto en donde estaba. Alejandose lentamente del edificio del Hokage, ahora prinmero iría a comer algo en el ramen de Ichiraku, hoy había sido un día bastante largo, ya estaba haciendose de tarde, y eso que el joven pelioscuro no habría tardado más de unas horas, al parecer el día se había pasado volando, más rapido de lo que un gato puede maullar... Un gato, si, eso era lo que seguramente habría causado que a Nanashi el tiempo se le pasara muchisimo más rapido que lo normal, pensando que solamente habian pasado un par de horas, cuando realmente pasaron demasiadas...

—Ah... no tengo hambre, mejor me voy a dormir...— Susurró el joven Gennin, suspirando profundamente.

Dandose vuelta, comenzó a dirigirse a su casa, cansado, no podría negarlo, el día había sido agotador, principalmente con los gatos, que no hicieron más que producirle un dolor de cabeza intenso que le obligó a cerrar los ojos por mucho rato cuando estuvo en la peluquería esperando por los mininos.
Llegando a la casa, la cual aún totalmente vacía estaba, Nanashi se sacó la ropa, dandose una rapida ducha, y sin comer nada, se vistió con ropa de dormir, y se metió bajo las cobijas de la cama, bostezando y durmiendose profundamente...