Automision - Gikari Nara

El camino se hacia largo en la inmensidad del mundo shinobi, ahora mismo debía llegar al país de la Cascada para poder cumplir mi misión y con esto conseguir gran prestigio. Ahora la noche se apoderaba del terreno, debía refugiarme en algún lado y buscar comida para pasar la fría noche.

El fuego ardía en la hoguera, había suficiente leña hasta mañana a las primeras hora, me pescado ya estaba dorado y listo para ser comido, abrí mis fauces y empezó a comer como si fuera mi ultima cena. Ahora estaba acostado en una cueva que había encontrado, era chica suficiente para mi, el suelo era blando y podía simularse como una cama, la fogata me daba calor suficiente como para aguantar el frio, el sueño se adueñaba de mi y mis ojos se hundían en la oscuridad de a poco. El ruido de las aves me despertó, los rayos del sol eran inaguantables me desperté sobresaltado, mire mi alrededor, estaba solo me levante rápido y prepare todo para partir, el fuego estaba apagado ya hacia una horas. Guarde mis armas y salí corriendo hacia mi objetivo.

Me pare ante un arroyo el agua era cristalina y debía aprovecharla, tome un poco y guarde en una cantimplora que llevaba, seguí el camino por el bosque, en el sendero me cruce con varias personas, ciudadanos que volvían del trabajo otros que paseaban, algunos ninjas que iban a misiones. Antes de proseguir me detuve a ver mi mapa, según yo faltaba alrededor de una semana.

Ya sabia que la caminata seria larga y calurosa, debería detenerme para descansar, bajo el sol o bajo la luna debía seguir, debía llegar lo antes posible para poder cumplir mi misión. En este momento revisaba el mapa, estaba cerca de los límites del País del Viento, y cerca del País de la Tierra luego de eso debía pasar por el de las Montañas y atreves de un barco llegar al País de la Cascada. Los días pasaron y ya estaba llegando al limite las personas se veían cada vez menos y el bosque aumentaba en abundancia, incluso aparecían nuevos tipos de arboles. Una vez mas la noche se adueño de todo, pero esta vez seguí caminando ya faltaba poco e incluso veía el límite del País, lo veía desde lejos, una pequeña muralla de madera, en un día estaría ahí, decidí a descansar ahí mismo antes de proseguir el viaje.

Los primeros rayos del sol me despertaron, de un salto me levante y me senté antes de proseguir, me dolían un poco los músculos, hombros, pantorrillas y demás. Mientras descansaba saque un pan de maíz y lo partí a la mitad, la mitad sobrante la guarde en mi bolso. Ahora si me levante del suelo y me sacudí toda la tierra, empezó a caminar lentamente hacia la frontera.

Faltaba poco para la frontera, primero debía pasar por el país de la Tierra. El sol cada vez era mas fuerte por lo que el joven Gikari transpiraba cada vez mas. Desde su posición ya se podía divisar las pequeñas murallas de madera que separaban un territorio del otro. Gikari se sentó en una roca antes de pasar la muralla, tenia que descansar. Saco una botella de agua y empezó a beber sin parar, tenia bastante sed.

~Uhh!~ un suspiro, aunque parecía que se le iba el alma. Siguió camino hacia su destino, paso las murallas de maderucha. Del otro lado el territorio era mucho mas árido, la vegetación era completamente distinta. Gikari saco una libreta del bolsillo y mientras caminaba empezó a escribir sobre el paisaje, los animales y todo lo que veía. Todavía le quedaban varios días para llegar al País de la Cascada.

Luego de caminar un largo trecho por el País de la tierra llego la noche y el joven se vio obligado a buscar refugio.

Gikari yacía sobre el suelo observando las constelaciones, su ojos de a poco se apagaban, y el sueño se hacia presente. El sol lo despertó y Gikari siguió camino hacia el pueblo, los víveres se acababan y todavía no llegaba a la ciudad, los días se repetían igual al anterior, lo único que se hacia era caminar. Cerca del décimo día de caminata pudo divisar unas elevadas torres que sobresalían de las demás, Gikari empezó a correr. Antes de entrar saco su banda ninja y la guardo como había hecho cuando llegaron antes al pueblo de Iwa, esta ciudad era muy habitada y llena de movimiento, acá dentro no debía mostrar sus habilidades como shinobi. Entro por una gran puerta se dirigió directamente al muelle, cargo víveres y busco un barco para ir al País de las Montañas, encontró uno, parecían unos comerciantes vulgares, pasaría desapercibido. Gikari subió y trabajo como Marín días tras días, le proporcionaban comida y agua para subsistir.

Desde la proa se podía ver un pedazo de tierra que flotaba sobre el agua, todo era montañas elevadas. La nave desembarco y Gikari se las tuvo que arreglar para desaparecer de may, el capitán de la nave se sorprendió cuado le dijeron que el chico no estaba, pensó que capaz se había caído y se había ahogado, no importaba. Ahora Gikari se encontraba lejos del pueblo, tenia una reserva de agua potable y un poco de comida, en ese lugar no había árboles, solo se veía grandes motadas teñidas de blanco. Gikari caminaba dejando su huella, no sabia donde era esa torre donde debía ir y tampoco tenia idea donde había otro pueblo donde pueda descansar. Muchos días de caminata y faltaba poco para que se quedara sin víveres, llego a un pueblo may descanso y compro agua y comida para el camino.

Ahora no faltaba demasiado, solo eran unos cuantos kilómetros hasta la frontera con el país de la Cascada. Debía ser precavido, por aquellos lugares eran muy frecuentes los robos pero Gikari era un shinobi y no tenia por que temerlo a un ladrón. En las noches dormía con una fogata encendida, la noche del décimo quinto dia mientras el Nara dormía un hombre se movía entre las sombras y se lanzo salvaje mente hacia el joven con una espada en mano y intensiones nada buenas.

Gikari tuvo tiempo de reaccionar y esquivar el primer ataque girando por el suelo mientras sacaba shurikens del bolsillo. Apenas giro y pudo ver al oponente le lanzo tres Shurikens que el oponente pudo evitar fácilmente con su katana. Luego el genin formo una serie rápida de sellos y lanzo una bola perfecta de fuego que el enemigo no pudo esquivar y cayo al suelo con quemaduras graves, probablemente estaba muerto. Gikari se apresuro a guardar sus cosas y salio corriendo. No faltaba mucho para la frontera. En su libreta a había anotado todas las vegetaciones y fauna de los distintos países, incluso sus condiciones sociales.

Llegue por fin al lugar, era una torre que se elevaba unos cincuenta metroas, una muralla y algunos edificios dentro. Habia cuatro guardias, dos en la entrada que miraba hacia el sur y dos sobre la muralla, uno de estos miraba hacia el oeste y otro hacia el norte. Gikari se movio sigilosamente y con un kunai mato al de la zona norte, ahora tenia el camino libre.

Ahora debia apurarme antes de que alguien se diera cuenta de la falta de un guardia y lo encontrara muerto, me tire hacia dentro de la base, cai de cuclillas, mire el lugar, me ubicaba detras de un establo, se escuchaban los relinches de los animales y una voz que sobresalio de dentro del establo -¿Quien esta ahi?- Era seguro algun soldado, me subi al techo del establo y me quede ahi esperando, el soldado salio afuera a registrar quien era, miro a todos lados y cuando miro arriba cai sobre el con mi katana en mano se la clave en el abdomen, muerto ya lo escondi entre la paja del establo para que nadie lo viera. Antes de salir me cambie de ropa con la del soldado y deje la mia escondida cerca del cuerpo muerto. Sali del establo con ropas diferentes, aca nadie me conocia, no corria riesgo de nada. Camine como si estuviera haciendo guardia, daba vueltas al cuartel, un hombre se me acerco estaba a caballo y parecia de rango superior, su mirada parecia desonfiada de mi, en un momento tuve miedo de que me descubran -Puedes ir ya, yo te cubrire el puesto, tu horario termino.- cuando dijo eso me alivie mucho, y camine hacia el cuartel, entre era un edificio enorme de piedra, su puerta era de metal labrado. Entre, dentro habia un pasillo largo, todo era mas calentito que fuera y no habia muchos soldados, ya era tarde y seguro la mayoria dormia. Camine durante largo rato explorando el lugar, hasta que llegue a una escalera, seguro que llevaba a la reliquia por la que venia yo. Mire antes a todos lados por si alguien me veia, no debia quedar evidencia.


Empeze a subir por esa escalera que parecia interminable, llevaba media hora subiendo, cuando escuche unas voces, antes de seguir me asome, era una sala enorme donde habia tres guardias uno de ellos era enorme y parecia tener una armadura que destacaba sobre las demas, en la sala habia un hogar donde el fuego los calentaba porque la noche era muy fria en esos lugares. Parecian estar charlando sobre temas variados, "seguro debo estar cerca de la reliquia y estos guardias son los que la cuidan, debo andar con mucho cuidado" los mire durante un largo tiempo esperando que se duerman. Cuando todos estuvieron acostados en el suelo y parecian dormir empeze a caminar lentamente sobre la alfombra muy cuidadosamante para llegar hasta donde seguia la escalera, faltaba poco - Donde vas.- sono una voz grave y cuando di vuelta vi que era el grandote que estaba parado blandiendo su espada, no queria pelear pero me habia descubierto. Lo mire y le sonrei con un poco de miedo, saque mi katana que estaba escondida en la armadura y corri hacia el y di un salto pasando cerca de su cabeza, detras de el le clave la espada al mismo tiempo le ponia la mano en la boca para que no se despertaran los demas. El soldado cayo al suelo, mire a los otros debia matarlo aunque no queria, me acerque a ellos y cerre los ojos, la sangre salio por aberturas de sus cuerpos, estaban palidos y ya no podia hacer nada mas que proseguir mi mision.


Mire los cuerpos muertos en el suelo, "pobres, capaz los otros dos no hubieran puesto resistencia pero tuve que hacerlo para asegurarme" los agarre y los escondi en un pequeño armario que habia en esa enorme sala. Segui subiendo las escaleras, corria lo mas rapido que podia debia apresurarme antes de que amanezca. Llegue a otra sala donde habia cuatro guardias armados con lanzas, uno de ellos llevaba una armadura especial, parecia de oro con adornos en los hombros. Lanze Kunais a todos, pero solo uno cayo al suelo, los otros tres se dieron vuelta y rapidamente dos corrieron hacia mi con sus armas mientras el otro se dio vuelta y corrio subiendo las escaleras para avisarle a sus compañeros, saque mi tanto y me agache para esquivar las lanzas que chocaron entre si, clave mi tanto en el abdomen de uno que cayo directamente al suelo, di un giro por el suelo y me levante con un salte hacia delante con el arma en mano, acabe con la vida del ultimo, me apresure para buscar al que habia escapado, corria los mas rapido que podia, el miedo de que haya llegado se hacia cada vez ms grande. Llegue a una sala donde estaba el hablando con otros soldados, parecia que acababa de llegar, corri hacia el y le clave el tanto por la espalda mire a los otros que estaban sorprendido y tenian sangre en la cara, di un giro y sacando el tanto del cuerpo muerto con el impulso le corte la cabeza a otro, solo eran dos, pero muy grandes. Ahora solo quedaba uno qeu se reia, lo mire sorprendido, se reia.


Mire al guerrero que quedaba, era grandote y llevaba una armadura mas lustrosa y brillante que el anterior que habia visto, saco de detras de el una katana enorme de unos metros y medio, ademas era muy pesada, corrio con paso lento hacia mi y giro la espada para pegarme, salte hacia arriba y el tipo movio la espada hacia mi, yo no tenia muchas posibilidades de movimiento asi que trate de caerme hacia un costado evitando el ataque, pero no fue asi, la espada me dio en el hombro derecho desestabilizandome. Cai al suelo y mire al sujeto, estaba bajando el arma directa a mi rode por el suelo, corri hacia el con mi espada, esta vez si el guerrero se quedo paralizado porque en mis ojos se notaba el odio la espada se clavo, el aceto frio se tiño de sangre, no tenia opcion, no duro mucho y el cuerpo sin vida cayo haciendo mucho ruido en el momento que su peso golpeaba contra el suelo. Corri hacia las escaleras, el hombro me sangraba, antes pare y lo vende con algunas cosas que tenia a manos, ahora estaba mejor y segui el camino. La escalera se hacia interminable y parecia que esto no era mas que una trampa. Despues de mucho tiempo donde nunca supe si ya habia amanecido, llegue a una sala mucho mas chica que las anteriores donde en el medio se encontraba la reliquia por la que venia, me acerque a ella y la envolvi en un manto de tela negra, debia resguardarla de que alguien la viera. En la sala habia una unica ventana, la abri y me asome por ella, todavia era de noche, pero faltaba poco para que el sol saliera completamente, salte de la ventana, ahora veia que la torre era verdaderamente alta, ya llegaba al suelo y concentre chakra en los pies para seguir caminando, llegue al suelo. Habia solo un guardia que rondaba, corri hacia el establo sin que me viera, entre y encontre al cuerpo muerto de antes, volvi a cambiarme de ropa, ahora con mis ropajes de vuelta me sentia mas comodo, guarde la reliquia en un bolsillo.


Sali del lado de atras del establo y subi el muro, muy cautelosamente me lanze al otro lado ahora ya era libre empeze a correr a todo lo que podia, ahora estaba lejos del cuartel, cuando me di vuelta sono una alarma y todos salieron corriendo habia gritos y mucho bullicio me voltee ya se habian dado cuenta, empeze a correr con toda la fuerza que tenia, no podian encontrarme ni verme, ahora debia ir a encontrar al señor feudal, no quedaba muy lejos. Cuando sali de la tierra era de noche y estaba ya muy lejos de la base militar, un dia de marcha y llegaria al castillo del señor feudal. El dia paso rapido y llegue a divisar el castillo, era enorme, me dejaron pasar como si yo fuera un conocido, llegue ante un señor que era joven, alto no parecia tener mucho mas que yo, cuando agarro la reliquia me agradecio y se arrodillo frente a mi, me alimento y me dejo pasar la noche ahi, al otro dia me dio un barco especial que me llevara al otro lado del mar para volver a mi aldea, debia reportar la mision.