[Entrenamiento] Work-Out. [Cerrado]

Estaba el viento danzando a sus más anchas de todo el lugar mientras que el chico caminando por un camino empedrado comenzaba a naturalmente peinarse el cabello pasándose la mano por el mismo mientras que su mirada examinaba los arboles que tenía el lugar donde había estado, era una pequeña plaza a las afueras de konoha, muy visitada los días de semana por motivos de compra y mercaderes, los domingos y días feriados era un lugar menos que habitable, un desierto, un lugar donde no había nada que buscar, a diferencia de este, venía a estos lugares a entrenar sus movimientos, entrenamiento básico, sus movimientos y formas de pelear para mejorar activamente todos los días, volviendo a lo mismo, había llegado al punto que siempre llegaba para mejorar su entrenamiento, ayudar a su forma física a estar a tope, volviéndose más rápido, más veloz, dentro del margen que podía llegar claro está, todo el mundo tiene sus límites, como regla principal partía desde ese punto de fuga para proyectarse en todo lo que podía, física y mentalmente, tratar de crear el equilibrio perfecto para el Shinobi. Es hora de empezar. Sus palabras se iban con el viento mientras comenzaba los flexionamientos.

Y rápidamente, salió en búsqueda de un árbol en el cual lanzarse sobre una rama y comenzar rápidamente a moverse por ellas, cada vez mas y mas rápido, exigiéndose su propia velocidad mientras que con sus manos hacia acrobacias, para volverse más flexible con el mismo, girándose, volviéndose sobre sí mismo, tomándose de una mano para impulsarse, parar balancearse, para agotarse poco a poco mientras que su cuerpo se moldeaba, se transformaba, se crecía, se acostumbraba al altísimo ritmo que llevaba al entrenar, una vez terminadas sus flexiones y acrobacias por las ramas, saltándose alrededor de un radio de visión de 210° cerca de un lugar como usaba como tiro al blanco, lanzaba varios Kunais para encestarlo, no todos en el mismo centro, pero bastante cerca de este, en un intento de tener puntería excelsa al momento de estar en constante movimiento y poder asestar golpes definitivos a sus rivales.

- Bien. Comentaba mientras se sentaba en una raíz de un tronco que usaba para meditar y canalizar su propio chakra. Ahora toca la meditación. Y comenzando a centrarse, canalizarse, volviendo a si mismo mientras miraba para sus adentros para comenzar a sentir el chakra dentro de sí, poco a poco, fluyendo, transformándose, volviéndose a si mismo mientras sus sentidos estaban totalmente concentrados en esta energía vital que llenaba a cada Shinobi de lo que era, de lo que es, de lo que siempre ha sido y de lo que siempre será, esta útil herramienta llamada Chakra.

Una vez terminado el exhaustivo entrenamiento de canalizar su chakra por todo el cuerpo, para aumentar su duración sobre el agua y aumentar sus límites con relación a los Jutsus que este usaba, termino su ardua rutina.

- 1500 Flexiones!, 4 Horas. Una voz fuerte se escucho.
- 1500 Abdominales, 2 Horas!. Otra voz se escuchó.

Ya la noche había caído y el moreno, estaba totalmente agotado en medio de aquel bosquecillo que el siempre visitaba, hasta la mañana siguiente, el no sabría de él.

Spoiler:

La segunda sesión del entrenamiento consistía en forzar su límite de chakra para poder darse cuenta de sus límites y poder romperlos, ya había entrenado todo el físico que podía la noche pasada a esta mientras que el chico, aun descansado y con su cuerpo totalmente cansado de su cuerpo y del ejercicio sobrenatural que había hecho el moreno. Sus ojos se centraban en el límite de los horizontes que podía asimilar sus ojos, encima de un árbol, observando todo los alrededores, la basta e increíble estepa que llenaba todos los campos verdes con sus copas de color increíblemente natural mientras miraba el chico aquella naturaleza, la calma, la pasividad, con la única compañía de las aves que sutilmente miraban al chico les hacia una compañía calmada, tranquila, como si no fuese como el resto de los humanos que siempre, siempre, iban a otros asuntos a su hogar, destruir, descolocar, matar, cazar a esos pequeños animales o sus nidos como si ellos tuviesen la culpa de esos descaros y guerras que tenia aquella raza supuestamente superior a ellos. Focus. Cerró los ojos y se acomodo sobre la rama que estaba.

El viento soplaba, las ramas se mecían, las aves volaban, todo en perfecta sincronía mientras con los cerrados el chico canalizaba, hacia fluir, venir, ir, ir aquí, ir allá, como si todo en su cuerpo se movía constantemente, podía sentirlo, como el chakra fluía por su cuerpo, como si fuese un manantial el cual nunca sus aguas iban a aunar, nunca iban a acabar o a terminar, era una potente energía que regia en todo su cuerpo y le daba la energía de continuar con todo esto, de mover montañas, romper barreras, mirar hacia delante, como si fuese una llave única que le daba poder a todo lo que se encontraría a su frente.

Frunciendo un poco el seño en señal de esfuerzo, se inquieto un poco, ya había comenzado, a fluir el chakra y a tratar de captar más del que podía interior de su cuerpo, haciéndolo fluir más y más rápido, como si de un juego de permitir saber cuánto puedes aguantar se tratase. Uhm. Volvió a gemir un poco mientras su interior se sentía incandescente, poderoso, fuerte y cada vez más se hacía más poderoso su interior, llegando a que su compostura no pueda mantenerse fija todo el tiempo, se movía rápido de su interior una gran cantidad de chakra que ya dentro de poco, cuestión de segundos, no podía controlar, pero ya había descubierto su límite y lo que tiene que superar. Ah. Otro gemido, esta vez de dolor y acompañado por jadeos de cansancio se hizo presente en sus labios mientras se caía sobre su rodillas y apoyándose sobre sus dos manos se volvió a sentir, su cuerpo quemaba por dentro, pero no había nada fuera de lugar, tan solo fue un golpe de adrenalina y fuerza que no podía soportar. Tengo que volver. Se acostó sobre la rama y dispuso a darse un breve descanso para volver a la Aldea. Por algo de comer. Fue lo último que dijo antes de caer en lo inminente propiciado por el cansancio acumulado, hambre.